Por: El Yorg.
Una de las películas de las cuales teníamos muchas expectativas era Diamantes en bruto, porque todo el mundo hablaba de la gran actuación de Adam Sandler, de como se reinvento para poder darle vida a este personaje, sin embargo, con toda la expectativa que se tenia por la cinta, me parece que al momento de verla cumple con ciertas expectativas, pero no como la habían pintado.
La historia nos lleva a la vida de Howard Ratner, un joyero de new york, adicto a las apuestas, Howard está muy endeudado con varias personas, pero, sobre todo, con una persona a la que le debe 100,000 dólares, esto lo ha estado persiguiendo por varios semanas y Howard siempre que tiene el dinero prefiere apostarlo para duplicarlo, con el conocimiento de que es cuestión de suerte y nadie controla eso.
Viendo un documental, ve una piedra preciosa que solo se da en Etiopía, así que le traen una para que el pueda venderla, solo que la promete a una subasta, el cree que la piedra por lo menos vale un millón de dólares, por que es muy rara, así que en cuanto llega Kevin Garnett (basquetbolista de la NBA, jugador de los Celtics de Boston) a su tienda, se la pide, porque el cree que tiene una conexión especial con la piedra, pero Howard ya la prometió a la subasta y aún así le presta con la condición que le deje el anillo de campeón como garantía para estar seguro de que la piedra regresará a él.
Kevin Garnett se obsesiona con la piedra y le ofrece a Howard un cuarto de millón de dólares, pero Howard sabe que la piedra vale más, así que empieza a tener conflictos con varias personas, con gente allegada a Kevin, con la gente de la subasta, a los prestamistas, con su esposa que solo esta con ella por los niños y con su amante, o sea que, prácticamente podría salvar su pellejo vendiendo la piedra por el 1´000,000 dólares.
Sus problemas sentimentales son difíciles, porque la vida en familia no va muy bien, su esposa Dinah hace meses que quiere el divorcio, pero el siempre alarga las cosas para su beneficio, el quiere estar con sus hijos y familia, pero cada vez que tiene la oportunidad de estar con ellos esta atento a las apuestas que hizo, o sea, prácticamente no sabe lo que quiere, porque también cuenta con una amante y trabajadora de su Joyería llamada Julia, que solo se usan para el sexo y ella saca ventaja con el dinero de Howard, así que muchas veces tienen problemas de celos.
Esta historia se basa en la enredada vida de Howard y como sus decisiones basadas en emociones deciden el rumbo de una vida que esta destinada al fracaso, vemos a un hombre neurótico, que para todo grita y quiere resolver todo con dinero, así que, como buen apostador, es muy conocido en las casas de empeño y casi siempre le ven la cara.
La historia es buena, pero por muchos puntos se pierde, hay cortes que no quedan y no sabes muy bien por donde quiere ir la película, solo sabes que el objetivo de esta es ganar dinero, él quiere ser rico, pero no sabe cómo, así que se mete en tantos enredos que el único escape que tiene es tener un golpe de suerte.
No es lo mejor que veras este fin de semana, pero si es algo diferente que al final tendrás un giro inesperado que pocas películas se atreven a darlo y eso si lo agradezco mucho, porque las dos horas y cinco minutos que invertí, valieron la pena en el final.
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Muchas gracias por leernos.
Los Hijos de Aztlán 