Por: El Yorg.
En el mundo de los cómics que dominan los superhéroes, siempre es bueno tener una alternativa y está la encontré entre los monstruos de Marvel y DC. Uno no sabe que leer cuando se trata de cómics, siempre vas con la esperanza de encontrarte algo más y Deadly Class lo hace de una manera estupenda.
Deadly Class nos lleva a los años ochentas, a San Francisco, pero en específico a la Escuela de Artes Letales “Dominio del Rey”.
Antes de empezar a contarles la trama, quiero especificarles algo, en esta escuela hay dos tipos de alumnos: los privilegiados, estos son alumnos que tienen un legado dentro de la escuela, y las ratas, estudiantes que no tienen un legado ni están afiliados a la escuela.
La historia se centra en Marcus, un alumno poco ortodoxo, que vivió en las calles por mucho tiempo y por obra del destino entró en esta escuela, donde el último año tendrá que pasar el examen final y este consiste en sobrevivir una noche.
Los privilegiados tienen el privilegio de matar a todas las ratas que puedan, si alguna de las ratas sobrevive, es admitida como uno de los privilegiados. Pero todo esto se sale de control, sólo imagínense las posibilidades que abre el escritor, estudiaste para ser un asesino letal y ahora lo puedes poner en práctica de una manera impresionante; así que este cómic es sangriento, propositivo, y muy específico. Podemos ver de todo en él, desde una muerte en manos de una katana, bombas químicas y hasta asesinatos muy bien elaborados con trampas para los más distraídos.
Uno de los estudiantes más destacados es Viktor, un monstruo de casi dos metros que puede asesinarte con sus propias manos, pero prefiere hacerlo con todo tipo de instrumentos sádicos, así que él es el que más ratas desea matar este año y aunque tiene algunos trofeos, él siempre va a querer mucho más.
El escritor de esta joya es Rick Remender y el artista es Wes Craig; en México, la editorial Panini Cómics lo trae a los estantes y cuenta con 35 tomos. Pronto se hará una serie basada en el cómic, así que, si no quieres llegar en blanco, puedes leer esta joya cuanto antes.
Los Hijos de Aztlán 